La verdad es que yo no he utilizado almohada de lactancia con ninguno de mis dos hijos, con el mayor me lo planteé y luego pensé que sería un trasto. Últimamente he estado leyendo sobre el tema y, además algunas amigas y conocidas las han utilizado y están muy contentas. La cuestión es que yo pensaba que simplemente servían para el tiempo en que el bebé es recién nacido y así consigues que llegue mejor al pecho, pero lo cierto es que tiene otras tantas utilidades que permiten que lo utilices desde el embarazo hasta que el niño tiene prácticamente un año. Una de mis motivaciones para lanzarme a hacer un cojín de lactancia fue que recordaba que su precio rondaba los 60 euros (a excepción de uno que vi este año en carrefour, que costaba la mitad) y me parecía una barbaridad, total para un almohadón... La realidad ha sido que, entre el precio de la tela interior, la tela de la funda, la cremallera, la guata para el relleno y el tiempo empleado...tampoco me ha salido muy barato. Lo bueno es que ya me he sacado un patrón y a la próxima no es empezar de cero (aunque tiene bastante fallos que hay que mejorar...empezando porque me ha salido enorme). Al menos la tela es bonita y queda muy alegre.
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